Comentando...

CD. VICENTE GUERRERO, DGO. (MulerosBlog).-Tras la difícil conformación de lo que ahora es el gobierno municipal, es sabido de todos las desavenencias entre lo que es la parte revisionaria de las cuentas, movimientos o marrullerías al interior; me refiero a la relación conflictiva entre la síndico municipal Mary Sarvia y la parte del equipo del presidente municipal Orlando Calzada, relación que está costando mucho en términos de organización a los propios funcionarios pero más a la población quien no tiene por qué aguantar que la organización sea hasta quien sabe cuándo.

Ya lo dijimos, hace algún buen tiempo comentamos  que  la reacción química entre el agua y el aceite es igualmente comparable con las relaciones sociales y concretamente de trabajo ahora ya como gobierno, nunca debieron haberse juntado PAN-PRD pues si bien dieron los votos importantes ahora son más los dolores de cabeza del presidente que el gusto por el triunfo del día 4 de julio.

“Aves de rapiña” circulan ya en la cada vez más endeble institución, son los mismos los que ahora con poder están exigiendo prebendas sin redituar a cambio ningún excedente que pueda contribuir de manera sustancial al engrandecimiento del municipio.

Sabemos bien que estas causas pueden traducirse en conflictos hasta donde lo permita el presidente municipal y sobre todo la ley, pues por encima de ellos nada puede ser como lo está siendo, grupúsculos midiendo fuerzas que aún están en letargo, pero con el avance pueden traducirse en algo más que eso.

La crítica irresistible ciudadana sobre algunos aspectos no se hace esperar, la comparación comienza desde el principio y es ineludible, habrá que soportar las “malas interpretaciones”, las observaciones indirectas sobre el desempeño institucional y personal de quienes hoy han cubierto las vacantes obligadas, pues quien no asuma este papel con responsabilidad será sin duda presa no solo del asunto mediático, sino de una auscultación ciudadana que votó más allá de la intención del reconocimiento social y sí, por el fortalecimiento del progreso y el desarrollo sustentable de la institución pública llamada presidencia municipal.

No pretendamos ver las marcas estigmáticas en donde no las hay, somos tan mortales como los que no ganan una elección y sufren del trauma postelectoral; incluso me atrevo a sugerir la prudencia y la pasividad de nuestros actos en beneficio de la sociedad que más que cierta, esperan un papel decoroso y no protagonista basado en la realidad del “que se puede hacer” y no del “que se sueña hacer”.

Ausencias de regidores en el cabildo, cabildos “ocultos” negociando al amparo de la sombra sus aspiraciones personales, el acomodamiento circunstancial del “negocio”. No es eso lo que la población pidió el día 4 de julio, la exigencia es la transparencia irrestricta al derecho ciudadano de la información y al deber y la obligación de sus funcionarios públicos, que no se olviden que los próximos tres años que cobren en el ayuntamiento, será el sustento de una familia que no quiere ver que lo que se lleva a la boca es producto de una malinterpretación de los deberes ciudadanos, pero sobre todo de responsabilidades de nuestros servidores públicos.

Mal, muy mal la intervención de grupos familiares sea de donde sea, la “prole” se queda en casa y quien tiene la responsabilidad  a chambear se ha dicho.