CD. VICENTE GUERRERO, DGO. (MulerosBlog).-Hoy es el día de la libertad de expresión; habremos de suponer que las garantías sobre decir dentro del marco de lo público lo que se “debe decir” es demasiado complejo, pues nos concretamos en el pecado de la honestidad a lo que se “puede decir” y no aquello que se "tiene que decir". Empero, es menester de las instituciones hacer prevalecer el derecho constitucional, sobre todo en el marco del efecto del hecho, pues sabedores del estado de derecho en el que las garantías están explicitadas, aun así, la gran diferencia estriba en el marco de lo que se pregona y de lo que se ejecuta en la realidad haciendo a un lado indiscriminadamente tanto los derechos humanos como las garantías individuales y por ende el oficio periodístico.
Es bueno y prudente reconocer que el uso de la libertad de expresión ha llevado consigo la insignia del desarrollo, pues en la tolerancia de la comunicación de quien respeta ésta, se traduce a sujetos que cuentan con el poder acrecentador de grandes frutos sociales como lo es la transformación y el desarrollo de todo un pueblo; son por así decirlo, los elementos sociales o individuos que se han autoresponsabilizado de su quehacer social y han ofrecido en términos democráticos el carácter institucional que asume el informador como agente de cambio y le han dado el lugar que le corresponde.
Todos sabemos que quienes nos hemos dedicado a este oficio, si se me permite llamarlo así, seamos empíricos o de carrera, sabemos que nos referimos a un tema demasiado difícil por la confluencia de varios elementos a la vez, por una parte la neutralidad que nos exige la propia responsabilidad social, es sin más un gran reto, pues el juicio de valor es de manera natural la condición humana de mayor realce de nuestras expresiones, nada en absoluto escapa a la observación y el escrutinio, al análisis y la crítica, somos tan ambivalentes como para generar la crítica y consentirnos en la auto-critica, aun así generamos desde la “zona del equilibrio” expectativas personales respecto de lo que pasa en nuestro entorno como generadores de noticia.
Hasta donde llegar en el ámbito de la información? Hay quienes siendo sinceros, la única motivación que mueve al medio de comunicación es la empresa económica, que no ve más allá de incrementar la cuenta bancaria; a su vez, estos medios carecen de toda responsabilidad ética sobre lo que publican y ponen a disposición de menores escenas de la vida cotidiana a muy temprana edad sin importarles en lo más mínimo la salud mental de la población; mientras que en otra nota el mismo medio, critica el ineficiente desarrollo y actividad del Sistema Educativo Nacional o las estadísticas diarias de los resultados nefastos de la inseguridad.
Es común ver en ciertos “medios” el doble discurso con que se conducen, la libertad de expresión la ejercen cuando más conviene a sus intereses, pues por un lado se proclaman como los “sin censura”, mientras que por otro lado recurren a las prácticas de represión mediáticas cuando quieren movilizar individuos, instituciones o situaciones específicas en favor de alguien o de algo.
Es claro que el oficio periodístico requiere más allá de una pasión o gusto circunstancial por la pluma, éste requiere de un gran valor e impulso al temple personal y familiar, pues la actividad está regulada principalmente por los hechos externos al investigador y no a la inversa, mismo tiempo que se emplea en la entrega al trabajo laboral y por otro lado se esquiva involuntariamente el compromiso y la obligación de la atención a la familia.
Sólo esperemos que en el futuro quien decida incursionar en esta actividad goce de mejores y mas garantías que le permitan ejercer plenamente el derecho a la manifestación sea en la presentación que sea, después de todo, “el oficio, no es más que la simple y llana costumbre natural del ser humano por comunicarse”.
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