A raíz de la decisión que tomó el regidor Esteban Piedra ex regidor del PT (Partido del Trabajo) y posteriormente regidor independiente, la benevolencia ciudadana y principalmente de la clase política no ha favorecido concretamente esta tajante decisión, y sobre todo calificándola de radical e inconsciente en el sentido de haberse cambiado de un partido de izquierda a un partido diametralmente opuesto como lo es la derecha sustentada en el panismo.
Sin embargo, esta decisión que obedece según sabemos por propia palabra del regidor Esteban Piedra a una visión estrictamente personal, no viene desde mi punto de vista o modificar el esquema de consenso al interior del H. Ayuntamiento, puesto que con tres regidurías de Acción Nacional no son competencia de la mayoría priísta al interior de la más importante plenaria del municipio.
Como lo he manifestado, la crítica ha sido fuerte principalmente en el sentido de haber escogido un muy mal momento para pronunciarse en favor de un partido que de ninguna manera comulga ni de manera universal con los preceptos básicos del partido al que perteneció el regidor. Es sabido de todos los políticos que el resquebrajamiento que sufrió el Partido del Trabajo no sólo en el municipio sino a nivel nacional fue una vergüenza interna para aquellos que proclamaban ser la izquierda más poderosa hasta mediados del trienio pasado, trienio en el que sin duda la fuerza popular le dio la razón a Bernardo Nevárez Guzmán, sólo que esta fuerza jamás estuvo sustentada en una directriz partidaria con arraigo en la comunidad, puesto que quienes ocuparon algún lugar en el H. Ayuntamiento hablando de la administración pasada, sólo buscaron la posición personal más nunca de un grupo o de un partido político al que en su momento hubieran hecho crecer un día, mas nunca se contempló una filiación por convicción.
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