Pues resulta que los “jueves ciudadanos”, ni jueves, ni ciudadanos resultaron, pues el programa se suspendió sin más; ya sabia yo que la eficacia no se logra solamente con espíritu populista, sino con estrategia política y económica.
Ahora se promueve el infra-programa “presidencia en tu comunidad” el cual creo, es ofrecer algunos alicientes de orden muy común, como una consulta medica pública y un corte de cabello que no va mas allá del populismo y que en nada remedia los males ni humanos, ni financieros de las familias, pues en vez de concretar los programas de desarrollo rural y desarrollo social para la gente mas necesitada, pues se otorgan a libre albedrío de quienes tienen la titularidad de estas dependencias con criterios arcaicos y unilaterales.
Bien lo decía el regidor Héctor Salas y preguntaba en una reunión de cabildo ¿Cuáles eran los mecanismos de selección de los beneficiarios en diferentes programas? Cosa que el responsable de desarrollo social Manuel Dieras jamás pudo argumentar, y solo concretó que no había mas quienes los solicitaran, pues quien accede a un programa ya sea federal o estatal ,de todas formas tiene que desembolsar un recurso, creando un circulo vicioso que se concretaría al ser los que nada tienen quienes nunca podrán acceder a los beneficios. (Que yo me de cuenta hay muchas personas y no precisamente de bajos recursos económicos que acceden a programas llamados “a fondo perdido”, ¿Qué no pudieran implementarse por parte del Ayuntamiento mecanismos subsidiarios que ayudaran a los de verdad desprotegidos?) Y siguiendo con el tema, pues existían comunidades en donde aparecían hasta hermanos y hermanas con el mismo tipo de beneficio, para decirle que inclusive en ciertos programas aparecían nombres relacionados con algunos funcionarios públicos y que sin mas, ningún problema.
No entiendo la mecánica de “presidencia en tu comunidad” pues bien sabemos que el problema del derribo de “jueves ciudadano” no obedece al proverbio mahometano “Si la montaña no viene a ti, tu ve a la montaña”, pues la gente si acudió a la presidencia, pero la falta de visión de los operadores políticos es demasiado reducida como para prever las consecuencias de una ineficiente planeación política y económica de un Ayuntamiento.
Tal vez alguien se pregunte, bueno ¿Qué, quien escribe no tiene algo positivo que decir de nuestros funcionarios? En este caso si hay mucho bueno que decir, sin embargo ustedes saben que “muchas buenas, una mala las echa por tierra”, aquí es el algo diametralmente opuesto e inversamente proporcional, pues “muchas malas, no las mata una buena”.
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